viernes, 29 de junio de 2018

La infancia

Cuando enriquecido y devastado por el amor y el tiempo, vuelvo mi mirada a ti.
A ti niño sonriente, van mis palabras.
Palabras un poco oxidadas por el tiempo y las tristezas.
Pero por otro lado, más sabias por el amor recogido en el camino.
A ti niño, que vives dentro mío, nos separa sólo la memoria y estamos a recuerdos de distancia.

A ti vuelvo otra vez, para que  me enseñes a jugar,
para que me enseñes a llorar sin miedo ni vergüenza.
A ti niño, vuelvo para que me abrases en tu inocencia,
para afianzar mi alma, para tener un envión de vida

A tí niño, con esas zapatillas rotas y tu remera sucia
con tus manos embarradas y tu boca casi sin dientes
Perdón por tantas tonterias
Perdón por pensar demasiado
Hoy vuelvo de nuevo a ti, a tu plaza favorita, jugando, nada más jugando.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Extravío

Mariana me pegó una cachetada que me voló los lentes de un lado de la habitación hacia el otro. Los demás presentes en la habitación, Pablo ...