jueves, 21 de junio de 2018

Jugando hasta no poder más ( dedicación especial a Luis Alberto Spinetta y a mi amigo Rodrigo Leiton)

Latidos doloros
Latidos que cierran la garganta, que atrofian los pulmones
Latidos sufridos
Latidos que mojan los ojos


Sólo quiero que seas mi espejo
Sólo quiero ser tu espejo

¡Maldito egoísmo! ¡¿A quien quiero engañar?!
Quiero más que esto, quiero mucho más de lo que merezco
Quiero más que la simple complejidad; quiero más, incluso, más de lo que pido
Aún sin saberlo, quiero más de lo que creo que quiero
Y sin querer, no me estoy queriendo
Y sin pensarlo, estoy lastimando, estoy hiriendo

Ahora entiendo el canto de un amigo
Que al Dios del amor rezaba
No es un fantasma en el cielo, es una energía
Un lazo inquebrantable, un río inagotable
Una montaña cuya cúspide inalcanzable, llama a nuestro corazón como el canto de sirenas

Me sumerjo en el río
Amor mío, amor tuyo, amor de todos
Caminos largos, amargos y monótonos
Sin saberlo, mis días cambiaron y mis noches se encendieron en llamas fluviales

Ahora juego hasta no poder más
Ahora corro porque el tiempo huye
Ahora perdono
Ahora me dejo amar

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